Desaceleración de la inversión minera en Australia se mantendrá hasta 2020
Empresas esperan que el gasto de capital minero caiga 34% en año fiscal 2015-2016.
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La disminución en la inversión minera en Australia seguirá lastrando la inversión bruta fija. La inversión ha caído cada año desde 2013, restando un promedio de 0,5 puntos porcentuales del crecimiento anual del Producto Interno Bruto en ese periodo tras contribuir un promedio anual de 1,4 puntos porcentuales al crecimiento en los cinco años anteriores. El canal para nueva inversión relacionada con minería en el período 2016-2020 muestra que la caída en la inversión minera se mantendrá. La incertidumbre entre los participantes del mercado sobre el precio de los commodities y el crecimiento económico global, especialmente China, seguirán contribuyendo a un clima de inversión prudente en Australia en los próximos cinco años.
La inversion de capital privada apunta a que la desaceleración se mantendrá, con una caída de 20% anual en el tercer trimestre de 2015, según datos de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS, su sigla en inglés). El nuevo gasto de capital en minería cayó 10,4% trimestral entre julio y septiembre de 2015, con el gasto relacionado con minería para construcción y estructuras cayendo 10,5% y el gasto en equipamiento con una baja de 9,7% en el mismo período. Esto representa el quinto trimestre consecutivo de contracción en gasto en minería.
El canal de inversión se seca
Según los indicadores de la ABS, la caída en la inversión de capital continuará. Los datos de la oficina apuntan a que las empresas esperan una caída de 20% en el gasto para este año fiscal 2015-2016, con la previsión de que el gasto de capital en minería se reduzca 34%. Pese a las fuertes caídas en la inversión minera, hay algunas áreas que destacan en inversión con las firmas manufactureras que prevén aumentar el gasto 2% en el año fiscal y la categoría de “otras industrias” esperando aumentar su gasto 6,1% en el período.
La debilidad del dólar australiano está haciendo a las industrias exportadoras más competitivas y fomentando la inversión en áreas a las que los bajos precios de las materias primas no han afectado, como el turismo y la manufactura. Pero, hacia delante, estas industrias no podrán compensar las caídas en la inversión minera, que representó 47% del gasto de capital en el tercer trimestre de 2015. Aun así, el cambio en el ratio de inversión minera respecto a la inversión total (se situó en 59% en el año fiscal 2012-2013) indica un rebalanceo.
El gas natural licuado (GNL) es la principal vía de inversión del departamento de Industria, Innovación y Ciencia (DIIS, su sigla en inglés) hasta 2020, con un 62% de las inversiones totales en proyectos nuevos o de ampliación de GNL.
Sin embargo, la continuada caída en el precio de las materias primas hará que se cancelen algunos planes, siendo los de GNL los más probables de quedar paralizados. El Economist Intelligence Unit proyecta que los precios del GNL caerán 18% en promedio en 2016, después de hundirse 35% en 2015.
Las importaciones de GNL por parte de China bajaron 1% en 2015, mientras que los envíos a Japón bajaron 4,1% anual entre enero y noviembre. Las importaciones de GNL de Japón se contraerán más a medida que se reanuda la producción nuclear y entran en funcionamiento más proyectos de energía renovable.
A nivel global, sin embargo, esperamos que la demanda de GNL crezca 5% en 2015 y 10% en 2017. Aun así, la mayor competencia por el gasoducto y las exportaciones de GNL desde Estados Unidos hundirán el crecimiento de la demanda de gas australiano en el período a 2020. En general, el consumo global de GNL crecerá 6% en promedio en 2016 y 5,3% en 2017. En Australia, más de 60 millones de toneladas al año de producción adicional de GNL se espera que lleguen al mercado entre 2014 y 2017, y en 2018 el país debería superar a Qatar como el mayor exportador mundial de gas.
Estos menores precios impactarán en la inversión futura. La Agencia Internacional de Energía ha reportado ya que tres grandes proyectos de GNL australianos no seguirán adelante: Browse, Sunrise y Scarborough. Según DIIS, estos proyectos iban a costar más de 25 mil millones de dólares australianos (US$ 18.500 millones). Aunque importantes, representan sólo el 10% de los gastos previstos en proyectos de GNL hasta 2020.
La demanda india de carbón
El carbón es uno de los principales motores energéticos del mundo, representando alrededor de 40% de la generación eléctrica. La proporción de electricidad generada por carbón, sin embargo, está cayendo y el consumo global se redujo por segundo año consecutivo en 2015. La DIIS tiene previsto que entren en actividad 42 proyectos de carbón entre 2016 y 2020, 20% de la inversión potencial en su lista de principales proyectos en recursos.
El mayor es el proyecto por 16.500 millones de dólares australianos de Carmichael, en Queensland, y la infraestructura asociada, que está previsto que empiece en 2017.
Este proyecto es propiedad dela compañía india Adani. La conexión con el mercado indio le ha dado la oportunidad de proceder. El consumo de carbón en India ha superado las tendencias globales y se espera que crezca a un promedio anual de 5,5% en 2016-17, tras un incremento estimado de 7% en 2015.
Pero con el entorno global de debilitamiento de la demanda, el incremento de la producción de carbón en India y las dificultades de financiamiento para el proyecto, dudamos que el plan de Charmichael siga adelante.
El exceso de oferta de carbón y la caída en la demanda sugieren que habrá más recortes en la inversión en este sector en Australia.
Poca inversión en hierro
La producción de mineral de hierro se ha más que duplicado desde 2008, de 353 millones de toneladas a 810 millones de toneladas en 2014-2015. El grueso de la inversión en este segmento ya se ha realizado y el DIIS tiene en este momento sólo cinco grandes proyectos hasta 2020, con un valor combinado de 8.300 millones de dólares australianos. La incertidumbre en la demanda del mineral de hierro ahora que China reorienta su modelo económico, hace poco probable estos proyectos sean considerados hasta 2020.